Nuestra economía necesita más mujeres con empleos dignos

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Quitar el polvo, barrer el suelo, dejar limpios los aseos, recoger la cocina. ¿Qué tiene de especial el trabajo que desempeña nuestra plantilla, formada mayoritariamente por mujeres? Parece una obviedad, pero no lo es: que se trata de un empleo digno.

La actual economía necesita a las mujeres

Cada 8 de marzo, el mundo corporativo se viste de morado. Para celebrar a las mujeres trabajadoras. Pero también para recordar que nuestra actual economía necesita garantizar el derecho de las mujeres a un trabajo justo y seguro.

Es cuestión de equidad, por supuesto. Pero también es una necesidad empresarial porque ya hace tiempo que se demostró que, cuando las mujeres cuentan con oportunidades laborales justas y significativas, los beneficios se extienden a la propia empresa y a toda la sociedad. Es un juego en el que ganamos todos.

Desde nuestra perspectiva de Centro Especial de empleo, repasamos aquí las transformaciones más importantes que vemos cuando una mujer con discapacidad y/o en riesgo de exclusión consigue un empleo digno:

Los beneficios de empleos femeninos dignos

  • En primer lugar, el empleo digno proporciona a las mujeres un sentido de independencia financiera. Al tener un ingreso propio, las mujeres comienzan a tomar decisiones que afectan directamente a su bienestar y al de sus familias. Esto implica la libertad planificar su futuro en términos de educación, salud, vivienda o el cuidado de sus hijos.
  • Además, eleva la autoestima y la confianza de las mujeres. Sentirse valoradas y reconocidas por su contribución al lugar de trabajo fortalece su autoimagen y les proporciona un sentido de logro y pertenencia. Esto se refleja en todas las áreas de sus vidas, permitiéndoles enfrentar desafíos con mayor determinación.
  • El empleo digno también empodera a las mujeres: les proporciona voz y visibilidad en la sociedad. A medida que ocupan roles laborales significativos, las mujeres participan en más discusiones y en la toma de decisiones.
  • Además, el acceso a un empleo digno rompe el ciclo de pobreza y exclusión social que tanto afecta a las mujeres, especialmente con discapacidad. Al tener una fuente de ingresos estable y justa, acceden a mejores oportunidades que se extiende a futuras generaciones.

Sí, sabemos que la limpieza es un área de trabajo muy feminizada. Pero trabajamos para que se haga en condiciones dignas y luchamos para romper estos esquemas incorporando cada vez más hombres al equipo. Porque cuando promovemos la igualdad de oportunidades laborales estamos haciendo una sociedad más justa y una economía más próspera.

Foto de Polina Tankilevitch en Pexels